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jueves, 30 de septiembre de 2021

COVID-19 - Fascículo 4: Hamburgo

 Ahora que parece que la pandemia puede estar dando sus últimos coletazos (hasta que salga otra cepa que vuelva a poner nuestras vidas patas arriba) y que parece que nos hemos acostumbrado a un estilo de vida que ha condicionado muchas de nuestras actividades y que jamás pensábamos ocurriría... Google Fotos me ha recordado que acaban de cumplirse 4 años de un viaje que también supuso un hito en nuestras vidas y que, con la perspectiva, ahora me apetece contar.

Haber participado por unos nueve años, de forma oficial, y bastantes más de forma extraoficial, en la predicación del campo árabe ha sido una bendición, un extraordinario privilegio que me ha hecho conocerme mejor a mí mismo, conocer a extraordinarios y celosos hermanos en la fe que se han convertido en entrañables amigos, y poder ampliar mi ministerio cristiano en una faceta muy enriquecedora que me ha acercado mucho más a mi Creador.

He tenido el privilegio de poder hablar de Jehová y sus propósitos con personas de muchas nacionalidades, con diferentes antecedentes y formas de ver la vida que me han enriquecido y, en bastantes casos, con personas traumatizadas que huían del horror de una guerra como las que se han peleado en Siria, Irak y Afganistán, a las que hemos podido consolar y aliviar sus angustias con el mensaje de buenas noticias que encontramos en las Sagradas Escrituras (Jeremías 29:11).

Entre las oportunidades que se me ofrecieron, estuvo participar en una campaña de voluntarios internacionales que irían a zonas de Alemania, Bélgica y Austria para ayudar a las personas que llegaban como refugiados de países musulmanes... y ahí que nos embarcamos camino a Hamburgo en nuestro primer viaje internacional; y la primera vez para Carolina que se subía a un avión. Yo ya había tenido la experiencia pero fue un vuelo corto de Sevilla - Barcelona.

Iniciamos el viaje con incertidumbres por el idioma (alemán = 0; inglés = +2; árabe = +3; vamos todos suspensos 🫣) y por ser la primera vez que íbamos a pasar Carolina y yo 3 semanas en otro país, pero con mucha ilusión. Así iniciamos el viaje desde Málaga


Con solo llegar al aeropuerto de destino ya empezamos a notar el cariño y el interés de nuestros hermanos en la fe que, siendo totalmente desconocidos, nos reciben en el aeropuerto, nos guían por la ciudad y nos ofrecen sus casas y sus camas para que podamos alojarnos durante las tres semanas que estaremos en Hamburgo.

Y la atención con que nos miman nos deja boquiabiertos. Solo tenemos palabras de agradecimiento para Marek, Krystina y Tim y sentimos por ellos un cariño muy especial. Sentir el amor y tener la experiencia de pertenecer a una hermandad mundial en la que hemos conseguido superar barreras raciales, lingüísticas, nacionales, etc... no tiene comparación con nada de lo que se pueda experimentar en este mundo; sentirte querido entre personas totalmente extrañas, con las que notas que compartes vínculos profundos desde el minuto 1 que las tratas... es una pasada.

Uno de los desayunos que nos regalaban a diario.

Pronto empezamos a familiarizarnos con el metro, autobuses y trenes de Hamburgo, con muchas estaciones que pasábamos a diario para ir y venir, y con una gran cantidad de Salones del Reino que visitamos...

... donde hay que decir que siempre nos recibieron con una sonrisa, platos de comida abundantes y variada... y picante para lo que estamos acostumbrados los españoles, eso sí, te quitaban el frío al momento.

La predicación en el campo árabe allí en Hamburgo, a las puertas de los campos de refugiados, fue muy interesante y pudimos tener experiencias muy bonitas. Hablar con una persona que se siente lejos de su país, en un país y una cultura extraña, con el dolor de haber perdido a seres queridos y huyendo de la barbarie de la guerra; es gratificante ver como se le ilumina el rostro cuando le das un mensaje de paz, de esperanza y que puedan aprender que Dios no es algo/alguien insensible, lejano e impersonal sino que tiene un nombre personal, desconocido para muchos de ellos, y que nos invita a conocerlo y tener una estrecha relación con Él.

Esa tarde hablé con bastantes personas de origen persa...














Además, todo eso rodeado de una gran cantidad de hermanos de Alemania, Italia, España, Suiza, Suecia, Estados Unidos, Líbano, etc... fue una maravilla.

También tuvimos tiempo para el turisteo y hay que decir que Hamburgo es una ciudad bestialmente inmensa, con una cantidad de zonas verdes, jardines y parques.... espectacular y muy bonita, que pudimos disfrutar.

Y si hubo algo que fue la guinda, fue visitar el campo de concentración de Neuengamme.

Este no fue un campo de exterminio como otros, aquí no se solía gasear a los reclusos; era un campo de trabajos forzados pero aún así fue espeluznante la cantidad de personas que murieron... se calcula que unas 100.000 personas pasaron por este campo de las cuales unas 50.000 murieron.

Listado de registros de fallecidos cada día, información sacada de los registros que han sobrevivido.

Este tipo de campos de trabajos forzados eran otra versión y fiel reflejo del grado de maldad humana que exhibieron los nazis, una maldad organizada en el que se buscaba la eficiencia y la rentabilidad de los presos. Las condiciones de trabajo y vida eran tan duras que tenían calculado el mínimo de comida y atención que se le podía dar a una persona, para que el preso fuera rentable durante el tiempo de 6 meses, período en que los presos solían morir, tras debilitarse, caer enfermos y morir... en este estado en el que ni siquiera podían tenerse en pie.

 Además, un campo de concentración solía ser un buen negocio para toda la comarca pues podían tener a su disposición mano de obra barata para los trabajos más humildes y duros.

Aprender sobre la organización del campo de concentración, el trato que recibían los presos, ver sus objetos personales y tratar de empatizar con sus sentimientos y sufrimiento... te deja marcado. ¡Cómo tuvo que ser vivirlo en tus carnes!

También hubo españoles que estuvieron presos en este campo de concentración y que murieron aquí.

Entre los que sufrieron la barbarie nazi hubo también muchos testigos de Jehová. Cuando el partido nazi ganó las elecciones en Alemania, había alrededor de 25.000 testigos de Jehová en el país ("Bibelforscher" como se les conocía en Alemania), cantidad superior a los que había en países como EE.UU. o Inglaterra. Desde que llegaron al poder los nazis, los hermanos empezaron a tener problemas pues había que decir el saludo "Heil Hitler" hasta para comprar en una tienda. Nuestra organización fue proscrita rápidamente por la negativa de nuestros hermanos a apoyar los ideales nazis. Al principio los jóvenes testigos eran encarcelados por no hacer el servicio militar pero con el comienzo de la guerra... directamente los mataban. Unos 10.000 hermanos fueron perseguidos y de ellos 2.800 estuvieron presos en campos de concentración.

Nuestros hermanos fueron un ejemplo de lealtad a sus creencias, firme y pacífica oposición a los ideales satánicos nazis y, aún en medio de las peores circunstancias que puede vivir un ser humano, un ejemplo de amor cristiano. Dos anotaciones que nos pueden ayudar a comprender por lo que pasaron nuestros hermanos en la Alemania Nazi y de su conducta (más información en MEMORIA DE UN TESTIMONIO):

1) En el listado de fallecidos el 24 de octubre de 1941 en el campo de concentración de Neuengamme aparece Johann Trausner, testigo de Jehová de origen austriaco que fue detenido y enviado al campo de concentración de Sachsenhausen por negarse a realizar el saludo nazi y por rechazar unirse al ejército para que formara parte de la SA, primer grupo nacionalsocialista militarizado que se creó.

Después fue enviado a Neuengamme y ejecutado por la SS cuando tenía 33 años, de ocho tiros en el pecho, por negarse a saludar "correctamente" a los militares y negase a realizar cualquier servicio a favor de la SS.

El 15 de julio de 2015 se colocó una placa conmemorativa en su último lugar de residencia en Austria honrándolo por su valiente negativa a obedecer al régimen nazi.

2) En este libro que narra los problemas a los que se enfrentaron los testigos de Jehová durante el Tercer Reich (ENTRE LA RESISTENCIA Y EL MARTIRIO) se incluye el comentario que hizo un joven judío cuando llegó al campo de concentración en Neuengamme y se encontró con los testigos de Jehová: “Cuando los judíos procedentes de Dachau entramos en el barracón, los demás judíos escondieron lo que tenían para no verse obligados a compartirlo con nosotros. [...] Cuando vivíamos fuera [del campo de concentración] solíamos ayudarnos pero ahora, en una situación de vida o muerte, cada uno se preocupaba ante todo por salvar su vida y se olvidaba de los demás. Pero ¿sabe lo que estaban haciendo los Estudiantes de la Biblia en esos días? Los tenían trabajando muy duro en la reparación de unas tuberías. El tiempo era muy frío, y pasaban el día entero en medio del agua helada. Nadie comprendía cómo podían soportarlo. Ellos decían que era Jehová el que les daba las fuerzas. Igual que nosotros, necesitaban el pan desesperadamente, pues estaban hambrientos. Aun así, ¿qué hacían? Reunían todos los panes que tenían, tomaban la mitad para ellos y el resto se lo entregaban a sus hermanos recién llegados de Dachau. Además, les daban la bienvenida y los besaban. Antes de comer, hacían una oración. Luego estaban todos tan contentos y satisfechos. Decían que ya no tenían hambre. En ese instante yo pensé: ‘Estos son los verdaderos cristianos’.” (Between Resistance and Martyrdom—Jehovah’s Witnesses in the Third Reich [Entre la resistencia y el martirio: los testigos de Jehová durante el Tercer Reich].)

Esta foto del canal también tiene su historia. En este campo de concentración se fabricaban ladrillos y este canal del río Elba era el lugar por donde entraban y salían los materiales. Nuestro hermanos en la fe se las apañaron para mantener viva su fe y predicar a otros presos sobre su esperanza... los que aceptaban el mensaje y se hacían cristianos eran bautizados en este mismo canal y, nos explicaron, que los guardias de la SS se divertían mucho con los bautismos pues para ellos era como si los presos estuvieran simulando ahogar a otros, copiando su macabra conducta al tratarse los unos a los otros.

Para terminar con este ENCUENTRO me gustaría terminar con esta foto y reflexión... "Su sufrimiento, su lucha y su muerte no deben ser en vano"

¡¡Mucho cuidado!! Porque estamos viviendo en un época donde, en primer lugar, se niega todo... y corremos el riesgo de volver a cometer los mismos que errores que se cometieron en el pasado; y en segundo lugar, donde las ideas no se debaten, se imponen; y los grupos de población más minoritarios somos las primeras víctimas del dogmatismo religioso y político.

De hecho, vemos como nuestros hermanos de fe, que en el pasado fueron perseguidos por los nazis, igualmente que fueron perseguidos y enviados a Siberia por los comunistas, hoy están siendo perseguidos en Rusia, Eritrea, Crimea, Singapur y otros países donde no se respeta el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, “la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión”, que es un derecho fundamental de los seres humanos y que se les niega a muchos testigos de Jehová por practicar su fe y por su objeción de conciencia al servicio militar y nunca coger un arma para usarla contra otro ser humano.

Se puede entender lo emocionante que fue para nosotros visitar el lugar y pisar el mismo suelo en el que nuestros hermanos sufrieron tanto bajo el régimen de la Alemania Nazi, todo esto enmarcado donde los mismos que fuimos perseguidos, encarcelados y ejecutados por nuestras creencias, organizamos una campaña para dar ánimo y esperanza a las personas que hoy día están sufriendo como refugiados.

En los siguientes enlaces hay más información publicada sobre algunos testigos de Jehová que estuvieron presos en el campo de concentración Neuengamme: 

1) Experiencia del hermano Ernst Wauer

2) Experiencia de un judío recién llegado al campo de Neuengamme

3) Experiencia del hermano Richard Rudolph

Espero que os haya gustado acompañarnos en este viaje que debía tener reflejado en este blog, ya que desde el primer día que lo abrí, en la portada está puesto entre los enlaces de interés, en segundo lugar, MEMORIA DE UN TESTIMONIO.

Salu2.

P.D.: En el viaje de vuelta me dí cuenta de cuando sobrevolamos Lucena y cuando saqué el móvil pude sacar esta foto donde se ve la zona del nuevo campo de fútbol y del Carrefour.

2 comentarios:

  1. Josema, me ha encantado el resumen q has hecho de la experiencia que vivimos con vosotros. Fue bonito estar en esa campaña.

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    1. Fue, y sigue siendo, un placer conoceros gracias al árabe y que podamos seguir cultivando esta bonita amistad y el cariño que os tenemos!! 😘

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