En principio no son más que simples caracoles, que pasan desapercibidos hasta que pisamos alguno sin darnos cuenta o hasta que nos los sirven en una tapa. Pero ¿sabéis...? hasta lo más pequeño y humilde puede contener importantes lecciones para nosotros.
El diseño del caparazón de un caracol o la forma en espiral en la que crecen muchas plantas, como las semillas de girasol no es un diseño caprichoso del azar. Leonardo Fibonacci, matemático italiano del siglo XIII, descubrió que corresponden a una secuencia o patrón que se repite en la naturaleza, principalmente en las plantas, y que determina el número de pétalos de tiene una flor, la forma en que crecen los nuevos tallos y hojas de una planta y la distribución de las semillas en el girasol, como ejemplo. Esta secuencia que se repite en muchas plantas indica que cada número después del 1 es igual a la suma de los dos anteriores, sería la siguiente secuencia 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144 y así sucesivamente.
¿Puedes contar el número de pétalos de esta variedad de margarita? |
¿Percibes las espirales en el pistilo de esta margarita? |
La exacta "Secuencia Fibonacci", además del aprovechamiento que saca la naturaleza, crea patrones muy bellos de los cuáles disfrutamos, y el ser humano ha sabido aplicarlo en campos como las matemáticas, la computación o la arquitectura.
¿Cómo ha llegado está fórmula tan compleja a desarrollarse? ¿Cómo han sabido las plantas y animales el valor exacto del ángulo áureo que debían desarrollar? Para muchos de nosotros este es otro ejemplo más del diseño sumamente inteligente que encontramos en los seres vivos que nos rodean, un diseño tan avanzado, exacto e ingenioso que mentes brillantes copian para aplicarlo a muchos inventos de hoy día.
¡Vaya provecho que le sacamos a cosas que en apariencia son pequeñas y humildes como una flor o un caracol!
Todo diseño inteligente evidencia la existencia de un diseñador, una lógica aplastante, y eso concuerda con esta declaración de las Santas Escrituras en Romanos 1:20.- "Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa."
Por todo esto, ¿te acordarás de Fibonacci la próxima vez que paseando veas una humilde margarita o cuando te estés tomando una tapa de caracoles y repares en su sencillo caparazón?
Eso sí, mientras unos trabajamos y nos lo curramos, otros...
Ha sido una tarde excelente y me he traído fotos con ENCUENTROS que me han hecho mucha ilusión.
Pero lo mejor es disfrutar de una tarde de ENCUENTROS en el campo, de una temperatura estupenda, de la afición que uno tiene y todo eso en compañía de la familia.
Salu2.
Jajaja muy bueno y la compañía inmejorable
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