Cuando a través de Facebook tuve la oportunidad de contactar con https://alpasin.wordpress.com/ me llamó la atención de manera poderosa que ofreciera la oportunidad de fotografiar especies tan emblemáticas como el lince, águila real, águila imperial, etc... Ya gasté dos de las cuatro cartuchos que tenía haciendo fotos a martín pescador y al bebedero este verano, y la verdad es que tienes la satisfacción garantizada. Dejé cumplida reseña de ambos ENCUENTROS en sendas entradas intituladas "Cuando hasta las plumas sobran - Parte 1 y 2", pero lo que llevaba meses esperando era el hueco y la época más oportuna para los dos platos fuertes que me quedaban.
El águila imperial ibérica es una de esas especies que más me fascinaban desde niño, de las que mostraba Félix Rodríguez de la Fuente en sus programas y de las que decía eso de "cuando las conozcan, se enamorarán y entonces las protegerán". Es un animal extraordinariamente bello y poderoso, netamente íberico y que forma parte de los iconos de nuestra fauna con animales tan emblemáticos como el lobo, lince, urogallos, osos; y que está en un estado de conservación delicado junto con buitres negros y cigüeñas negras. En el ecosistema roto en el que vivo, ver a uno de estos animales enumerados es imposible y uno ha crecido con el sueño de estar delante de uno de ellos.
Así que como decía en el primer párrafo, la espera para disfrutar del águila imperial se ha hecho eterna, muy larga, mucho, y más cuando ya teniendo fecha en una ocasión, la climatología no permitió el ENCUENTRO. Acudir a un hide de una rapaz implica estar dentro de un habitáculo que no es ningún chalet, levantarte muy temprano, tanto como las 4 de la mañana (sin haber podido pegar ojo durante toda la noche por la emoción de la espera) para que dé tiempo de llegar a la localización y estar con la cámara preparada antes de que ni siquiera haya salido el primer rayo de sol, además de pasar muchas horas sin hacer ruido y a la espera de que a los protagonistas del ENCUENTRO les apetezca hacer acto de presencia.
Pues lo dicho, a eso de las 7 de la mañana ya preparados para entrar en el hide, en un día donde lo mismo se podría nublar, llover y estropearte el día y todos los preparativos o podrían abrirse las nubes y tener una luz de escándalo, imprescindible para hacer buenas fotos.
Aunque, sinceramente, me extrañó mucho cuando al dejarme en el hide me dijo que no me asustara y que si me agobiaba o algo que lo llamara y que vendría a por mí enseguida. Pero si este hide de la imperial es de lujo, casi un chalet, amplio, bien equipado, asientos cómodos, te pueden dejar hasta su peaso de réflex y super objetivos y multiplicadores... y hasta tiene un wc químico.
Antes de que ni siquiera se fuera Agustín y lo dejara todo preparado ya hizo acto de aparición uno de los actores a los que le tengo muchas ganas y aún siendo de noche y sólo con los focos del coche pude pillarlo. A la larga.... esta fue la única oportunidad que tuve de pillarlo.
A partir de este momento, y una vez que Agustín se fue y se dejó de oír el ruido del motor del coche, hubo una explosión de actividad digna de agobio. Los primeros en aparecer fueron los rabilargos que surgieron de la nada como un auténtico enjambre de abejas y por la luz aún muy tenue ni siquiera intenté pillarlos.
Mientras los rabilargos estaban en todo su jolgorio empezaron a caer a del cielo, como piedras de granizo, una cantidad exagerada de buitres que en pocos segundos consiguieron echar a los rabilargos, que con desesperación intentaron aprovechar su oportunidad de comer, y transportarme mentalmente a la sábana africana donde en tantos documentales hemos visto a los buitres hacer desaparecer en minutos un cadáver con peleas, escaramuzas y poses amenazantes entre ellos.
Y cuando esas poses y tensión ocurren a apenas metro y medio de tí, con sólo un fino cristal de separación, pues te despiertas de tu viaje africano y caes en las palabras de Agustín: "no te asustes y si te agobias... me llamas".
En medio de ese caos, una cría de este año de águila imperial vino, cogió su trozo de carne en el posadero que tenía colocado y en apenas tres o cuatro minutos se fue volando, mientras sus progenitores controlaban desde la lejanía que no sufriera ningún sobresalto.
La primera entrega me había sabido a poco y el revuelo de los buitres me había despistado, "malamen" que dirían los catalanes.
A partir de este momento todo se tranquilizó y los actores que quedaron solo dejaban pasar los minutos y las horas aunque yo seguía con la adrenalina por todo lo alto esperando que en el momento más inesperado volvieran a la escena las protagonistas, que las imperiales me dieran otra oportunidad para conseguir el ENCUENTRO soñado con el que irme satisfecho.
La mañana fue pasando entre nubes y claros que fueron cambiando la luz de manera drástica y que sólo conseguían que los buitres abrieran sus alas para calentarse y tuve la oportunidad de casi hacer un máster en buitres, los leonados son animales extraordinarios y no por más comunes lo son menos, pero los buitres negros.... la primera vez que tengo la oportunidad de estar cerca de ellos y pedazo de bichos de casi 3 metros con las alas abiertas, no tan abundantes como los leonados (ni mucho menos) y con un porte señorial, al menos para mí son animales preciosos pues como se dice "para gustos... los colores". Es el ave más grande de nuestros cielos.
El plumaje de este ejemplar me pareció precioso con esas tonalidades. Por cierto, todos estos "hermanos Dalton" tienen cara de malos, ¿verdad?
También acudió a la cita el señor Monty Burns, ja, ja, ja. Una postura típica de los buitres, o así se les suele ilustrar para hablar de ellos peyorativamente, casi siempre.
... pero el mal humor no se les iba y seguían con su "no me chilles que no te veo".
y las miradas amenazantes hacia mi persona tampoco se acabaron, je, je,je
Para mi desgracia y desesperación ni volvieron las imperiales (objetivo número uno de este ENCUENTRO) ni volvió el zorro (que también me hacía mucha ilusión). "Mi gozo en un pozo", pero así de imprevisible es la fotografía de animales salvajes y mi ENCUENTRO soñado con las imperiales tendrá que esperar.
De manera que me tuve que contentar y entretener con lo que se movía...
dio tiempo hasta para fijarse en las patas de los buitres, muy diferentes a las garras de cualquier rapaz y con las que es imposible que "cacen" un animal vivo
... mientras los buitres se fueron yendo y ya el entretenimiento se acabó....
Salu2 a todos y hasta el próximo ENCUENTRO. Habrá que esperar para reconquistar a la imperial, ¿trincaremos a esta joya viva de nuestra fauna?
Jajaja k bonitas fotos! Pero es verdad k tienen cara de malos
ResponderEliminar😈😈
Gracias fea!!! Me alegro que te hayan gustado las fotos.
EliminarBuenas fotos capitán! Al final lo conseguiste ;-)
ResponderEliminarGracias chato!!
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