No, todavía no se me ha ido la cabeza, o eso creo, y aquí no vais a tener un ENCUENTRO culinario como si este fuera el blog de Karlos Arguiñano. El título tan solo es un guiño a la serie de Los Simpsons que tanta alegrías me da. Para algunos Homer es un modelo de padre penoso, Bart es un niño mal educado que representa un peligro para los niños, etc.... pero no creo que nadie se siente a ver esta serie buscando un modelo de paternidad y es obvio que no es una serie para niños, sino para ADULTOS. Eso sí, es una serie con un guion ingenioso, con un humor muy sútil en ocasiones y muy ameno, puedes ver un mismo capítulo 20 veces y seguir riéndote con sus historias. En fin, que la entrada va de patos, ja, ja, ja....
Tras un largo e inédito invierno, en cuanto a frío y lluvias pues hemos estado en manga corta hasta prácticamente finales de diciembre, es hora de salir del letargo y ponerse en actividad. Andamos con el tiempo loco, ahora sí como es propio de la primavera, y cuando sale el sol hay una luz maravillosa en esta comarca y se respira una atmósfera limpia, condiciones propicias para salir a hacer fotos.
Aprovechando algún hueco que nos permite la apretada agenda, tuvimos mi hermano Rafa y yo (por cierto es un lujo tener los herman@s que yo tengo) la oportunidad de buscar un ENCUENTRO en una de las muchas Lagunas del Sur. La mayoría de ellas andan escasas de agua, por no decir prácticamente secas, y no es fácil disfrutar de la fauna que atesoran pues el mantenimiento y el cuidado por parte de las autoridades es casi nulo.
Por ejemplo, los observatorios están inundados de vegetación, por lo que quedan inservibles, e incluso hay más de uno que se ha hundido y se ha perdido. Por otra parte, la mayoría de los que quedan en pie están tan alejados del agua que solo permite tener una visión general de la laguna (como es el caso de la Laguna Amarga o la Laguna de Zóñar) y no es posible hacer fotos decentes de las aves. Esto es terreno abonado para desaprensivos que no tendrán reparos en molestar a las aves para tomar una "buena" foto, por lo que creo que merece la pena que los observatorios públicos se cuiden y uno pueda disfrutar de los tesoros naturales que tenemos en nuestra tierra.
Tras la queja de rigor, vamos a lo que nos interesa, a la sesión de fotos. Con los nervios de un principiante, como lo que soy, la noche previa apenas pude dormir de la emoción y a las 6:30 de la mañana de un domingo sonaba el despertador. Lo comento muchas veces con mi mujer, si tuviéramos que levantarnos a esa hora un domingo por obligación, juraríamos en arameo pero cuando se trata de una afición todo se perdona. Por la mañana temprano hacía un frío tremendo y había que ir bien abrigado. Cuando llegamos a la Laguna del Rincón, que es de las pocas que tiene un observatorio en pie y al que recientemente le han cortado la vegetación, preparamos las redes, sillas, trípode, cámara, picoteo, aguardiente ;-) y... a esperar, porque aún no había ni amanecido.
Pero es preciso madrugar y tenerlo todo preparado para que cuando amanezca y salgan los primeros rayos de luz los animales no vean todo el trajín de los preparativos y se alejen. Llega un momento en que los protagonistas se ponen a tiro y, de la emoción, pulsas el disparador de la cámara, pero te das cuenta que es muy pronto y no hay apenas luz. Esos momentos en los que empieza a verse claridad pero aún no han llegado los rayos de sol son un lujo, un auténtico ENCUENTRO en sí mismos y una gozada vivirlos en plena naturaleza con un silencio increíble roto por las fochas que ya han amanecido con un humor de perros protegiendo su territorio. Esos momentos te permiten maquinar, pensar, encuadrar, imaginar por donde te pasaran los bichos, por donde no quieres que te pasen.... ¿sabéis al final por donde salen? Justo por donde tú no quieres y vais a ver varios ejemplos de esto en esta entrada.
Como decía en el primer párrafo, la luz es esencial para conseguir buenas fotos, y la luz de la primavera es espectacular, pues no es tan dura como la de verano ni tan apagada como la de invierno. Por eso, cuando te llegan los primeros rayos de luz todo cambia y salen fotos muy bonitas, que dan para que un aprendiz de esto de la fotografía pueda hacer fotos medioqué... Este mosquitero me tuvo bastante entretenido con sus idas y venidas y aquí podéis ver la diferencia entre una foto con poca luz y otra con mejor luz.
Lástima que en ésta última con mejor luz solo me diera la espalda. Ya se posaba por aquí...
... ya se posaba por acá.
Si hay una especie que me enamoró fue la del pato cuchara. Las plumas de la cabeza del macho tienen un brillo iridiscente y son espectaculares, pues según le incidan la luz se tornan de una coloración metálica verde, azul u otra...
Son una aves preciosas con una combinación de colores tan bonita y esos ojos de color amarillo intenso. Es de destacar su gran pico que sin duda ha condicionado su nombre. La hembra de esta especie, aunque a primera vista es menos vistosa, también es un animal muy bello.
Los ánades reales son más comunes que los patos cuchara, por lo menos en esta zona, y también son animales muy bonitos. En pleno comienzo de la primavera es momento de acicalarse y arreglarse bien las plumas para lucir las mejores galas en el cortejo.
Pudimos disfrutar también del trasiego e idas y venidas de fochas y de los porrones comunes. En el caso de los porrones es la segunda vez que puedo observarla con detenimiento y también es un pato muy bonito. La verdad es que hay una variedad enorme entre las anátidas y es raro encontrar una que sea fea.
La primavera altera la sangre del más pintado y nos es raro ver las poses amenazantes de los machos cuando ven un contrincante demasiado cerca....
Además, por si fuera poco también nos deleitaron auténticas joyas naturales que forman parte del patrimonio que debemos seguir cuidando y mimando como el malvasía cabeciblanca que es un pato de tamaño mediano, cuello corto y su característico pico de color azul en los machos encelados, además se encuentra en peligro de extinción.
La primera vez que veo a este pequeñín de cerca pues la otra vez en esta misma laguna quien me dio mucho juego fue su primo el "cuellinegro". Esta vez el cuellinegro no apareció pero sí nos deleitó el zampullín chico.
También disfrutamos de las pasadas, vuelos y arrumacos de un par de parejas de aguiluchos laguneros del que os dejo una foto testimonial.
Os dejo un enlace con información para quien desee ilustrarse sobre esta rapaz que está en una situación de conservación delicada, siendo generosos.
SEO.ORG - Aguilucho Lagunero
He podido disfrutar mucho de este ENCUENTRO y espero que os gusten las imágenes que comparto. Os dejo esta foto de un anochecer en la misma laguna la semana de antes.
Salu2 a todos.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. Antonio Machado.
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jueves, 24 de marzo de 2016
¡¡Pato a la pekinesa!!
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Ayer me acordé de ti leyendo la contraportada del Diario Córdoba:
ResponderEliminarhttp://www.diariocordoba.com/noticias/contraportada/aves-cielo-villafranca_1027866.html
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ResponderEliminarGracias Agustin y Araceli García Armero por vuestros comentarios... sobre todo el tuyo Araceli, una reflexión muy interesante!! ;-)
ResponderEliminarJajaja
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