Traslated

Translated to your language

Translated to your language

domingo, 20 de septiembre de 2015

Tontacus aquatilium

Este año las vacaciones estivales han dado poco de sí y varios factores han contribuido a ello. Así que hemos pasado el verano como mejor hemos podido, normalmente enclaustrado en casa protegidos de las horrorosas temperaturas que hemos tenido que soportar.

Justo al final de las vacaciones hemos podido coger un poco de aire fresco dando un salto de 4 días a Cazorla, disfrutando de la exuberancia de ungulados que se pasean tranquilos por la sierra y donde hemos coincidido con Tony que pasaba unos días con la familia por allí. Siempre es un placer disfrutar unos días de sierra y bichos, incluyendo a Tony, claro. ;-)


IMG_2183 marca


También quería disfrutar algunos días por ahí con Amira, pues son las primeras vacaciones desde que la tenemos y no es lo mismo ir solos, que disfrutar del campo con un animal... así que los días que hemos pasado en Cazorla han sido sumamente reconfortantes.


IMG_20150823_163953 marca

IMG_20150823_170630 marca

Amira nos sorprendió el mismo día que llegamos pues creíamos que era de secano. En el campo de los suegros corre como una loca por el césped pero cuando saltan los periquitos, y le caen cuatro gotas en el lomo, ya no se vuelve a arrimar al césped. Pues fue llegar a Arroyo Frío, asomarnos al jóven Gualdalquivir con sus frescas y cristalinas aguas y ver como Amira disfrutaba como loca de chapotear en el río.




IMG_2265 marca

Puesto que la escapada ha sido muy breve y que hemos disfrutado del descanso, tampoco ha habido muchas oportunidades de hacer rutas de senderismo o de ir a ver "bichos", aunque la verdad es que en Cazorla tampoco hace falta esforzarse mucho para conseguirlo, pues aún de noche hay muchos restaurantes que tienen como reclamo comer teniendo al lado jabalíes, incluso hembras con sus crías (cosa que sigo viendo peligrosa) o también se pueden ver muchos animales de ida y vuelta por las carreteras....


IMG_1864 marca
Jabalí (Sus scrofa)
Este macho que estaba al lado del restaurante era tremendo, un burraco. Pocos jabalíes más grandes que éste he visto yo en mi vida.


IMG_1862 marca
Jabalí (Sus scrofa)
IMG_1866 marca
Jabalí (Sus scrofa)
IMG_20150823_234322 marca
Jabalí (Sus scrofa)
IMG_1876 marca
Jabalí (Sus scrofa)
... y fácil de verlos también de día, aunque sea que fueras a la vuelta de la esquina. Aquí los ungulados campan a sus anchas sin depredadores que les molesten.


IMG_2239 marca
Ciervo común (Cervus elaphus)
IMG_2219 marca nueva
Ciervo común (Cervus elaphus)
IMG_1927 marca
Jabalí (Sus scrofa)
IMG_1901 marca
Jabalí (Sus scrofa)
Con Tony gusta salir de noche, pues cogemos el coche por el primer camino que nos parece y nuestras súper linternas, y si a eso le sumas que todavía le quedan tics de cazador... no hay bicho que se le escape u ojos que no vea, por muy escondidos que estén.


IMG_1983 marca
Ciervo común (Cervus elaphus)
IMG_1988 marca
Ciervo común (Cervus elaphus)
IMG_1996 marca
Gamo común (Dama dama)
IMG_2001 marca

Después de este ENCUENTRO con esta bonita telaraña en una baranda, llegamos a ver una telaraña enorme, que descendía desde una rama a 3 o 4 metros de altura hasta el suelo. Al seguir el hilo con la linterna, descubrimos la telaraña y su inquilina, la araña más grande que he visto en mi vida... y eso que he visto algunas de esas que tienen las patas peludas bastantes grandes. 

Nos quedamos embelesados viendo como en plena noche la araña se afanaba en terminar su enorme telaraña que tendría en 60 y 80 centímetros de diámetro.


IMG_2017 marca



IMG_1831 marca

En una de las mañanas, quedamos y salimos juntos para sacar a Amira a hacer sus necesidades. Con la reciente experiencia en Sierra Morena con el martín pescador, aún tengo el saborcillo de gusto que te queda cuando puedes disfrutar de esa ave tan espectacular y, puesto que el Guadalquivir baja impecable de limpio y tranquilo, ya había echado un ojo a alguna zona del río menos concurrida donde podría ser que volviera a tener uno de esos ENCUENTROS que luego cuento por aquí.


IMG_2260 marca

Así que bajamos Tony, Amira y yo al río con la excusa del excusado de la perra. Como sólo íbamos al mandado de la perra no cogí la cámara de fotos y eso que cuando ya estábamos en la calle me dio el pálpito de subir a por ella, aunque pensé "sólo vamos a sacar la perra a mear... tampoco hará falta". Mientras caminábamos al borde del río cogiendo algunas Rubus ulmifolius ;-))) (léase moras de zarza), protegidos por la sombra de los chopos de la rivera, sentimos un fuerte aleteo que nos hizo a ambos mirar hacía arriba y vimos como nos pasaba a eso de 4 o 5 metros un hermoso buitre leonado. Increíble, que pedazo de bicho!!! Como un resorte, nuestra reacción fue agacharnos aunque era imposible que el buitre nos hubiera visto con las copas de los árboles y pudimos ver como aterrizaba en una zona cercana del campo un poco más elevada, detrás de otro grupo de árboles.

No hizo falta ni mirarnos, acompañados de Amira fuimos recorriendo, casi cuerpo a tierra, los escasos cien metros que nos separaban del lugar de aterrizaje y al subir un pequeño talud esperábamos encontrarnos allí este magnífico ejemplar de buitre. Cuando alzamos las cabezas acompañados de nuestros móviles preparados para afotar, yo maldiciendo por no llevar la cámara encima, ¡ni rastro del buitre!


Rastreamos toda la zona y no nos podíamos creer que hubiera desaparecido... lo habíamos visto tomar tierra allí, habían pasado escasos momentos hasta que llegamos al sitio, el lugar era bastante cerrado pues las dos laderas forman una cuenca bastante angosta y además un buitre no levanta el vuelo desde el suelo de cualquier manera, necesita bastante metros para la pista de despegue y espacio para coger altura. Con todos estos argumentos dando vueltas en la cabeza la realidad era que no había ni rastro del buitre.

Ya aburridos de dar vueltas y sin explicación coherente de donde se había metido el buitre, bajamos por el camino y en una de las miradas hacía atrás Tony lo vio entre la vegetación mirándonos. De nuevo tuvimos la reacción de agacharnos y de preparar nuestros móviles para acercarnos y tratar de hacer una buena foto con el móvil, porque yo seguía maldiciendo el momento en el que salí de casa y no cogí la cámara, "tampoco... sólo íbamos a sacar a la perra".

Conforme nos íbamos acercando, veíamos como el buitre andaba delante nuestra manteniendo una distancia en la que se sentía seguro, pero no más de 40 o 50 metros. Terminó por subirse a unas rocas y ahí lo teníamos delante nuestra, sin quitarnos la vista de encima y nosotros preparados con nuestros móviles y yo... maldiciendo y jurando en arameo por no haber cogido mi cámara con la que le podía haber sacado hasta las legañas.


IMG_20150824_125831 marca
Buitre leonado (Gyps fulvus)
Ya hubo en momento en que nos acercamos un poco más y, desde la altura de las rocas sobre las que se había subido, emprendió vuelo y ¡vaya bicho! Impresionante la envergadura, alrededor de dos metros y medio con las alas abiertas que otra vez nos pasó por encima al arrancar el vuelo, escuchamos perfectamente el aleteo y hasta la perra al ver ese peaso de bicho sobrevolandonos, se asustó y se escondió detrás mía. Entre una foto de Tony y un vídeo que hice yo, esto es lo que nos quedó con los móviles.



Ha sido uno de esos ENCUENTROS que dan sentido a este blog, que recuerdas de por vida y que difícilmente se volverá a repetir: estar tan cerca de un buitre, ver arrancar el vuelo de una ave tan impresionante y en total libertad. Y yo, ya sabréis que sigo acordándome de mala manera por no haber llevado mi cámara.

Con esta experiencia en el zurrón de la memoria el viaje me dejaba más que satisfecho, pues precisamente son ENCUENTROS como éste lo que buscas cuando te imaginas y proyectas un viaje al monte.

A la mañana siguiente volvimos a bajar al río para que Amira hiciera sus cosillas por allí, yo con la idea fija de buscar un buen sitio para el Martín Pescador y, efectivamente pudimos ver pasar un rayo azul... pero ni pude ver de donde venía y hacía donde fue por la vegetación de la ribera.

Al subir desde el río al alojamiento tuve la feliz idea de soltar a Amira para que pudiera correr y estirar un poco las patas, no sin antes de la objeción de Carolina de que podría escaparse. No es sin base que lo dice, pues ya se nos escapó una vez y apareció en la puerta del bloque donde vivimos y aquí siendo un sitio extraño y en el pleno monte... pero la calle de subida del río parecía un lugar seguro pues había casas a un lado y una zona de árboles al otro con el Arroyo Frío de los Urbios al fondo.

Fue soltarla y tardar 0,2 segundos en salir corriendo a toda pastilla, como corre un galgo, hacia la zona del arroyo. Al verla saltar el arroyo empezamos la persecución llamándola, pero cuando corre así siguiendo algún bicho o rastro parece ser que se vuelve sorda... debe ser algo genético de los galgos, ja, ja, ja.


IMG_2138 marca
Jabalí (Sus scrofa)
En el borde de la orilla contraria en el arroyo vi un jabalí enganchado a una valla y me quedé de piedra cuando escuché entre la vegetación como otro jabalí se revolvía y Amira chillaba. Ya me la imaginé abierta por la barriga o con heridas por un dentellada de un jabalí, como tantas veces me había dicho Tony de perros de rehalas, cuando era cazador. Pero no, la vimos que se había metido en el corralón de una casa que había más abajo y nos miraba desde las rejas de la puerta, con cara de asustada, para que la sacáramos de allí.

Captura de pantalla 2015-09-20 14.19.41
Zona marcada del jabalí atrapado

Pudimos avisar al dueño de la casa para que nos abriera, cosa que hizo amablemente, y le advertimos que un poco más arriba de su verja había un jabalí enganchado a la valla. Cuando bajaba con la perra había visto a unos guardias civiles desayunando en un bar y pensé en darles el aviso para que alguien viniera a ayudar al animal, pero ya se habían ido. Acto seguido fue llamar a Tony y contárselo, como os podéis imaginar dijo que enseguida venía e íbamos a verlo... cuando llegó me dijo que había visto otra vez a los guardias civiles y que estaban en la misma calle donde yo estaba alojado.

Bajamos y se lo informamos y todos fuimos a ver el lugar. Por cierto, yo iba bien preparado con mi cámara. Nada más llegar vimos claramente que el jabalí, que no eran muy grande, estaba cogido con un lazo y aunque no sabíamos el tiempo que llevaría allí el animal estaba exhausto y se echaba cansado. Aún así le quedaban fuerzas para intentar arrancar en busca nuestra cuando nos acercábamos más de la cuenta. Ellos consiguieron contactar con un guarda que no tardó mucho en venir y la opción que dio era muy sencilla... porque ¿quien se arrimaba al jabalí? No es raro que al intentar soltarlo, si se conseguía, se revolviera y pudiera herir a cualquiera de los que allí estábamos. Además, ni guardia civiles, ni guarda, ni nosotros teníamos unos alicates o tenazas con los que cortar el cable.

El guarda ya se había podido acercar un poco más y dijo que estaba bien cogido, que de allí no se escapaba ni una vaca, pues habían asegurado el lazo con una tubería y cogido todo a la valla. Por si fuera poco el cable era de acero trenzado. Aunque todo parecía estar en contra del jabalí, todos le insistimos para que tratara de hacer alguna gestión y localizar a un veterinario para poder sedar al jabalí y liberarlo.


IMG_2125 marca
Jabalí (Sus scrofa)

En medio de esas gestiones y ante el estrés del momento, el jabalí intentaba de nuevo liberarse por sus medios, cosa imposible y sólo lograba enredarse más. Llegó un momento en que él mismo provocó que se estuviera ahorcando y era sumamente angustioso escuchar su respiración entrecortada y estar presenciando como iba a morir el animal. La situación había cambiado y para evitarle sufrimiento le pedíamos a los guardias civiles que hicieran uso de sus armas... en ese momento, el vecino de más abajo, que nos había abierto la puerta para sacar a Amira y que había estado pululando por allí, apareció con una cizalla especial para cortar ese tipo de cable y, curiosamente, hasta ajustada al diámetro del cable.

Sin perder ni un momento, entre Tony que cogió al cochino por las patas traseras, quedando éste colgando del cuello, y el guarda que cortó el cable, consiguieron liberarlo. El cochino cayó a plomo al suelo, todo creímos que había muerto asfixiado pero en dos bocanadas de aire que consiguió dar se levantó y salió corriendo cruzando por delante de todos y perdiéndose en la maleza.

Las sonrisas en los rostros de todos los presentes no se podían borrar, nos felicitamos unos a otros y por boca de la mayoría empezaron a salir insultos que no quiero reproducir (de ahí el título de esta entrada que "traduce" alguno de los insultos y con el que bromeamos Tony y yo) sobre el tipo de personas que son capaces de usar este tipo de trampas, prohibidas, para cazar sin importarles el más mínimo sufrimiento que puedan causar.

Cuando todo se calmó le pedimos a las autoridades poder hacer una foto del lazo y le comunicamos nuestra intención de publicarlo, accediendo a ambas cosas y destacando la necesidad de concienciar a la gente para evitar actos incívicos y criminales, como éste, en el monte.


IMG_2140 marca 

Después de esta foto, Tony me miró preguntándome si había grabado el rescate... y yo, con la emoción del momento había dejado la cámara colgada de una rama y no la eché de menos hasta que dijimos de fotografiar el lazo. Hubiera estado genial poder poneros un vídeo con este ENCUENTRO tan emocionante. De todos modos, este ENCUENTRO con el jabalí son de esos que tienen el poder de derretir un corazón sincero y de concienciar sobre el valor de la vida, aunque sea la de un animal salvaje y cinegético por excelencia. En este caso, como en el ENCUENTRO con el buitre tampoco han quedado pruebas gráficas pero sí puedo decir que tanto Tony como yo hemos quedado marcados, no nos harán falta fotos para recordar estos ENCUENTROS vividos en Cazorla.

Salu2 a todos.

5 comentarios:

  1. Araceli García Armero20 de septiembre de 2015, 16:13

    K emocionante,me alegro mucho k puedas disfrutar tanto esos 'encuentros'y siempre con la mejor compañía.Te quiero feo

    ResponderEliminar
  2. Siempre ha sido un placer y una apasionante aventura el compartir contigo momentos de campo. Ni el "National Geographic" son capaces de tener encuentros como estos en tan poco tiempo. Espero que no sean los últimos ya que como tu dices, son encuentros que nos marcan y contribuyen a que disfrutemos de esas imagenes (sin cámara) en nuestra memoria. Como siempre, disfutamos mucho de vuestra compañía.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por vuestros comentarios!! Un placer teneros en mi vida, más que un placer es una necesidad.

    ResponderEliminar
  5. Bueno el National Geographic no tendrá encuentros como este, pero la cámara si la lleva 😀😀😀😀(sangreando ) . Ainssss no queremos verte salir ni un día más sin la cámara colgada al cuello, no se vale dejarla en la habitación o "colgada" en las ramas,,,,😀😀😀
    Muy amena la lectura d esta entrada.

    ResponderEliminar