El mes de agosto, sin salir de viaje, ha resultado relajado y excitante a partes iguales. Hemos aprovechado para descansar, hacer gestiones pendientes y hasta hemos tenido tiempo para hacer bricolaje en casa, pudiendo tachar algunas tareas pendientes en la lista que mi mujer tiene. Cuando uno ve esa lista... es para echarse a temblar 😂.
Pero también ha habido tiempo para estar en familia y salir a pajarear por los alrededores, en una época inusual pues siempre solemos estar fuera y... la verdad es que todas las salidas han sido muy emocionantes:
- Tres Cantos:
Ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca)
Urraca juvenil (Pica pica)
Mirlo, hembra (Turdus merula)
Urraca (Pica pica)
Urraca (Pica pica)
Urraca, juvenil (Pica pica)
Abejorro común (Bombus terrestris)
- Laguna Navaseca:
Garza imperial (Ardea purpurea)
- Río Guadalquivir:
Garceta común (Egretta garzetta)
Garza imperial (Ardea purpurea)
Ánade real (Anas platyrhynchos)
Avión común (Delichon urbicum)
Garza imperial (Ardea purpurea)
Garza imperial (Ardea purpurea)
Garza imperial (Ardea purpurea)
Y como manda la tradición no escrita, de obligado cumplimiento al igual que la Misná**, je, je, je... toca visitar el hide bebedero del Parque Periurbano de los Villares que gestiona Alfonso Roldán pues suele ser un lugar de interés en verano al acudir las oropéndolas a beber.
** ¿Se nota que he asistido a una conferencia sobre Maimónides y los sefardíes en Lucena durante las actividades que organizan cada mes de septiembre la Red de Juderías de España?
Aunque este año aún no había entrado la oropéndola, pensé que sería entretenido echar un día de fotos allí. Os dejo unas pocas de fotos de las especies que nos entraron, con algunas cosas interesantes:
Mito común (Aegithalos caudatus)
Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)
Picogordo (Coccothraustes coccothraustes)
Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus)
Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala)
Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus)
Verderón europeo (Chloris chloris)
Jilguero (Carduelis carduelis)
Libélula azul (Orthetrum chrysostigma)
Escribano montesino (Emberiza cia)
La oropéndola, al igual que el arrendajo, estaban por la zona pues se les escuchaba por los alrededores... pero no entraron a beber. Aún así, a destacar tres especies que tenía la oportunidad de ver por primera vez, y de fotografiarlas:
Chochín (Troglodytes troglodytes)
Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)
Curruca rabilarga, antes del baño (Sylvia undata)
Curruca rabilarga, después del baño (Sylvia undata)
Hubo otras especies que entraron a las que no fotografié, en total estas fueron las especies observadas: mirlo común, herrerillo común, herrerillo capuchino, verderón, verdecillo, jilguero, picogordo, pinzón vulgar, colirrojo real, papamoscas gris, tarabilla común, paloma torcaz, tórtola europea, tórtola turca, escribano montesino, escribano soteño, picapinos, curruca cabecinegra, curruca zarcera, curruca rabilarga, curruca carrasqueña, mito y gorrión común.
Todo transcurrió según lo normal: mucha calor dentro del hide, los animales sedientos viniendo a beber al único punto de agua de la zona...
Tarabilla común (Saxicola rubicola)
...fotos y más fotos, zanjando disputas pendientes...
... hasta que el barullo y el ir y venir de pajarillos; y hasta nuestro corazón, dio todo un sobresalto al entrar como una exhalación una rapaz que atravesó de izquierda a derecha toda la escena, pasándose de frenada y perdiéndose por el muro de la derecha, volvió al centro de la charca y se mantuvo durante un segundo revoloteando y se metió de manera muy ágil entre las ramas de un madroño que hay a la izquierda y que ya estaba dando sombra a la mayor parte de la charca!!!
Yo no sé como estaría el corazoncito de cada uno de los pájaros que bebían y chapoteaban en la charca en ese momento, y que huyeron en 0,00001 segundo... lo que sí sentía era como el mío se me quería salir del pecho por la escena que acabábamos de presenciar Rubén, mi compi este día, y yo.
Aunque era la primera vez que tenía ante mí a un ejemplar de esta especie, no tenía ninguna duda de que acabábamos de ver a un gavilán en un lance de caza!! IN-CRE-Í-BLE!!
En ese momento la charca y todos los alrededores se quedaron desiertos y no se escuchaba ni pío ;-) y, tratando de contener la respiración, le hacía señas a Rubén para que estuviéramos en silencio total, pues teníamos a un gavilán entre las ramas de un madroño a escasos 3 metros.
En un momento dado, salió del madroño y se paró en un rama que tenía cerca y me ofrecía una línea de tiro casi limpia. Como si fuera la vida en ello, traté de meterlo en el visor de la cámara, enfocarlo y disparar...
Gavilán (Accipiter nisus)
... parece que salió a bichear si había algo raro detrás del cristal espía y volvió a su escondite en el madroño.
Lo tenía!! Lo tenía!! Era la primera vez que tenía la oportunidad de ver a un gavilán y había conseguido hacerle una foto +/- decente. Aún así, aunque la emoción era máxima, tratamos de no hacer ningún ruido y estábamos expectantes de cuál sería su siguiente movimiento.
Durante unos largos 8 minutos el silencio en la charca y alrededores era total, solo se escuchaban a las chicharras, a nosotros se nos hicieron eternos tratando de no hablar y movernos lo menos posible pues el gavilán seguía en su escondite, al que podíamos ver de refilón pero sin posibilidad de volver a hacer foto alguna. Parecía que había caído una bomba y había acabado con todo rastro de ser vivo en los alrededores.
Al cabo de ese tiempo, una curruca apareció en la charca de entre las ramas de una pequeña encina que estaba a nuestra derecha. Con los movimientos tan nerviosos que caracterizan a esta familia, dio algunos saltitos entre unos troncos, colocados como posaderos en el agua de la charca y de pronto se colocó en otro tronco que teníamos justo delante nuestra.
En ese momento y con un pequeño hilo de voz le dije a Rubén: "¡Mira! La primera valiente que se ha atrevido a salir". La palabra "salir" no la había terminado de pronunciar cuando el gavilán voló desde el madroño, revoloteó cerca de la curruca y, si rápidas son las currucas, más rápido fue el gavilán; pudimos ver perfectamente como alargaba su pata derecha y atrapaba a la curruca con su garra. Todo eso volando casi estático y regresando a su posadero en el madroño.
Nos quedamos boquiabiertos!! Acabábamos de presenciar un lance de caza exitoso y nos quedamos admirados de la capacidad de vuelo y rapidez que tiene esta pequeña rapaz.
Te dejo este enlace si quieres saber más sobre el gavilán, explicado por quien mejor ha sabido hacer esto en nuestra historia reciente, Don Félix Rodríguez de la Fuente (RTVE - enlace).
En poco tiempo, el gavilán que había vuelto a la maraña de ramas del madroño, se bajo al suelo, con la mala suerte que se puso detrás de los tallos de los juncos que crecen en la pequeña charca.
Tras asegurarse que el lugar no le representaba ningún peligro, empezó a dar cuenta de la malograda curruca...
La actividad dentro del hide era frenética buscando un hueco entre los juntos para poder enfocar al gavilán y a la vez sumamente cuidadosa para evitar hacer algún ruido que lo espantara y nos perdiéramos el espectáculo que teníamos delante..
Estuvo mucho, mucho tiempo dando cuenta de la curruca, tanto tiempo como 12 minutos, que llegué a pensar que habría cazado otro pájaro en la primera pasada que hizo. Yo pensaba que una curruca no daría tanto de sí.
A posteriori, he consultado con un especialista en rapaces y me ha dicho que el gavilán tiene un comportamiento especialmente oportunista y que no perdería la oportunidad de cazar dos aves si se le ponen a tiro pero, analizada la escena, duda que dejara pasar esos 8 minutos desde la primera supuesta presa al entrar al bebedero y la segunda presa que es cuando comenzó a desplumar y comer la curruca.
Al parecer, el gavilán tiene un metabolismo muy alto y necesita comer muchas veces al día para mantenerse vivo, por lo que comienza a devorar sin dilación cuando tiene una presa, cosa que coincide con el comportamiento observado cuando cazó la curruca.
Tras dar buena cuenta de la curruca, se fue por donde había venido sin despedirse.
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs)
Carbonero común (Parus major)
Después, tuvieron que pasar bastante minutos hasta que los pajarillos se atrevieron a volver a la charca y beber, todos miraban por los alrededores con cara de mosqueo. Poco a poco la cosa se fue animando y pudimos hacer algunas fotos más pero, con la experiencia vivida con el gavilán y con las horas que ya llevábamos allí, ya teníamos bastante, por lo que recogimos y nos fuimos.
Es muy probable, incluso para alguien a quien le gusta tanto el campo y que pasa horas en la naturaleza haciendo fotos, que sea la primera y última vez que vea a un gavilán en libertad en lo que me quede de vida. No es un animal fácil de observar y menos aún tan cerca. Pues nos podemos imaginar lo excepcional de la experiencia vivida de, no solo verlo, sino presenciar como cazan estas rapaces forestales.
Con este protagonista inesperado en una sesión de fotos de un bebedero, damos por terminado este ENCUENTRO que, a su vez, es un pequeño resumen de lo que ha dado de sí el mes de agosto de 2024.
Salu2.
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