COVID-19 - Fascículo 2

Llevamos varias semanas experimentando la libertad condicional que nos están dando las fases de la desescalada en la pandemia del COVID, por cierto, un caos lo que se puede hacer y no en cada fase, mal explicado por las autoridades y tampoco ayuda que cambien de la noche a la mañana lo que han ido anunciando... pero ese es otro tema.

Aunque las cifras de muertos y contagiados son realmente espeluznantes y, como era de esperar, eso de que íbamos a salir mejores como sociedad de esta pandemia no ha sido más que otra propaganda barata de las que los medios difunden, y solo ha hecho falta que abran un poco la mano para que salgamos en tromba y llenemos nuestras calles, parques y jardines de guantes de plástico y mascarillas desechados después de su uso, siendo fuentes de posibles contagios o que veamos a diario conductas incívicas de grupos de personas que se reúnen sin mantener la distancia social o que el Excmo. Ayuntamiento de Lucena siga organizando actividades culturales o que permita zonas de merenderos en lugares no habilitados y que eso se convierta en una feria en la que van dejando un reguero de bolsas, papeles, plásticos y cristales rotos que resulta desanimador.

COVID-19 - Fascículo 1

Pocos esperábamos el alcance que iba a tener esta enfermedad que comenzó tan lejos... en China, hasta convertirse en una pandemia que nos ha devuelto de una bofetada a la realidad de que no somos el centro del universo ni los amos del mundo. Aparte de todos los efectos en nuestras vidas en términos de empleo, pérdida de libertades y, lo más importante, cantidad de miles de vidas que se van a quedar en el camino... lo que ha llamado la atención para el que suscribe es el respiro que ha supuesto para nuestro planeta el parón en seco de nuestras actividades, nuestras contaminantes y nocivas actividades.

Era sabido la capacidad de regeneración de nuestro planeta a nuestras agresiones, pero nunca antes se había visto algo parecido... en cuestión de días han bajado brutalmente los asesinos niveles de contaminación, el agua de los ríos se ha vuelto transparente y los animales se han adueñado de nuestras calles, parques y ciudades.