Esta pequeña rapaz tiene su invernada en África e India y viene a nuestras tierras para criar. Hacen sus nidos en campos de cereal, en el suelo, y normalmente varias parejas comparten un territorio. Es un espectáculo verlos volar a una velocidad pausada sobre su territorio y, aparte de sus coloridos plumajes, llaman la atención la gran envergadura de sus alas... parecen desproporcionadas para su tamaño. El macho y la hembra presentan un notable dimorfismo sexual, esto es que presentan unas grandes diferencias en colorido de plumaje y tamaño entre los géneros. El macho es gris en su cobertura y blanquecino en su parte inferior, con las puntas de las alas negras y la hembra es totalmente marrón en su cobertura y de tonos rojos y crema en la parte inferior. El macho es un animal precioso, muy llamativo, pero yo estoy enamorado de los colores y la cara de la hembra del Cenizo... me parece un bicho espectacular.
Aguilucho cenizo (Circus pygargus) |
Tras localizar una pequeña colonia, planeamos un ENCUENTRO mi cuñado y yo con mucho cuidado y mimo, con la vista ya puesta en lo bien que quedaría en mi blog. De modo que, siendo todavía de noche, cogimos el coche y montamos un pequeño escondrijo con la red de camuflaje y aprovechando la plantación de girasoles que había junto al trigal.
Que te amanezca en el campo ya es en sí todo un ENCUENTRO pero ver como estas aves empiezan su jornada y se posan a pocos metros sin darse cuenta de que estás ahí... es una pasada tener cerca a una criatura tan bonita.
Pudimos ser testigos de como este macho se desperezaba y se acicalaba las plumas para estar listo y ponerse manos a la obra de buscar el sustento de su familia.
Estuvo alrededor de 30 minutos en el posadero, tiempo en el que pude hacerle fotos haciendo todo tipo de gestos y estiramientos, mientras nosotros hasta conteníamos la respiración para no hacer ningún ruido que nos delatara y lo ahuyentara.
Aguilucho cenizo (Circus pygargus) |
Mientras yo me afanaba en hacerle fotos, mi cuñado seguía los progresos de la hembra, unas veces la veíamos en la lejanía del horizonte y otras, en poco segundos, nos daba alguna pasada por encima nuestra...
... en una de ellas estuvo muy cerca de posarse, pero pasó de largo.
Particularmente no estoy de acuerdo en la división que se hace sobre especies beneficiosas y dañinas, pues de lo que estamos hablando es de seres que tienen derecho a la vida y a que los tratemos con respeto. Pero si hay una especie beneficiosa por excelencia, este es el caso que nos ocupa del Aguilucho Cenizo pues es un auténtico aliado de los dueños de las fincas en las que se siembran el grano pues se alimenta precisamente de los animales que sin un control adecuado se pueden convertir en plaga, como los topillos.
Retirando cádaveres de una plaga de topillos http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/08/07/medicina/1186499572.html |
La solución "inteligente" que ponemos sobre la mesa es sembrar el campo con veneno para matar a los topillos, sin pensar en las consecuencias que esos miles de kilos de veneno van a tener en el suelo y el agua de los que nos alimentamos y sin pensar en las consecuencias en otras especies.
Pues bien, a pesar de tener un aliado magnífico en el Aguilucho Cenizo, haciendo honor a su nombre, es una especie que parece tener gafe o tener mala suerte, como un cenizo, por lo que últimamente se le está prestando mucha atención pues su población ha caído en picado. Es evidente que más bien que pensar en la "buena o mala suerte", habría que buscar el origen de sus problemas y las posibles soluciones entre todos los implicados.
Lucena, vista desde Las Fontanillas - 1919 |
Uno de sus problemas es la pérdida de sus hábitats. Solo hay que coger una foto antigua de Lucena, como las que decoran este ENCUENTRO, para observar como el casco antiguo del pueblo estaba rodeado de olivares, viñedos, campos de cereal y eras en las que se trillaba el grano. Hoy Lucena está rodeada de miles y miles de metros cuadrados de uralita y chapa, debajo de los cuales hemos trabajo muchos lucentinos como auténticos esclavos. Olivares sí hay muchos y algunos viñedos testimoniales, pero campos de cereales donde el Cenizo vive apenas han quedado.
Lucena, construcción del PCO - 1946 |
Otro de sus problemas, quizás el principal, es lo que organizaciones conservacionistas con el apoyo de voluntarios llevan años alertando, la cantidad de nidos que todos los años son masacrados por las cosechadoras en la época de siega. Como hemos dicho, hacen sus nidos en el suelo de los campos de trigo o cebada y parece que últimamente se han cambiado las variedades tradicionales que se sembraban por otras que completan antes el crecimiento y maduración, por lo que las cosechadoras entran en los campos cuando las crías todavía no pueden ponerse a salvo.
Este es un problema de primer nivel pues no son ni uno ni dos nidos, son muchísimas las nidadas que cada año se pierden y que ponen en peligro la continuidad de la especie. Además, muchos adultos también caen entre las cuchillas en un intento vano de proteger a sus crías. La verdad es que es desoladora la imagen que queda en los campos tras el paso de las cosechadoras (esto sin hablar de los nidos que se expolian para vender las crías en el mercado ilegal de animales).
Este debe ser el precio a pagar por el supuesto "progreso". Atrás quedan los tiempos, que yo he visto de niño, donde las cuadrillas de jornaleros iban hoz en mano segando el trigo; cuando siendo un chavalín con pocos años te ponían una guadaña en la mano para que aprendieras a usarla; cuando el campo lo tenías a la vuelta de la esquina; cuando en el campo había vida; cuando se veían rebaños de cabras y vacas; cuando a las bestias se las hacía trabajar y pienso que se sentirían satisfechas de sentirse útiles; cuando había un equilibro ecológico y especies como el Aguilucho Cenizo podían vivir y criar en nuestros campos.
Cierto es que la imagen idílica del dibujo no siempre se correspondía con la realidad y cierto es que no siempre "cualquier tiempo pasado fue mejor", pues en la mayoría de las veces idealizamos el pasado y no nos acordamos de los problemas y dificultades que había. Por ejemplo, recuerdo perfectamente que mi padre me contaba acerca de los buitres que había en la Sierra, que esperaban a que comieran de las bestias muertas en el campo para a continuación matarlos a palos cuando les costaba levantar el vuelo con el buche lleno. Así que, barbaridades siempre han ocurrido y aún perdura en muchos el concepto de "alimañas" con las que hay que acabar.
Pero también parece cierto que el "progreso" no siempre es sinónimo de mejor calidad de vida, que el "progreso" se ha hecho sobre los lomos de los jornaleros y que llegará pronto el día que no quedaran ni jornales que trabajar en el campo, que el "progreso" se ha hecho a costa de nuestro entorno y finalmente de nuestra salud, esto parece que ya nadie se atrevería a discutirlo.
Olivos en intensivo |
No pretendo ser agorero o cenizo, pero si tenemos que esperar una solución a los problemas del Cenizo de las administraciones humanas.... mal vamos. Ni siquiera son capaces de ponerse a trabajar en problemas más acuciantes que afectan a miles de nuestros congéneres, como para esperar que tomen medidas prácticas para salvar al Aguilucho Cenizo. Demasiado hacen muchos voluntarios, en ocasiones enfrentados a la Administración.
Esta es una oportunidad de oro para dejaros este corto vídeo de la productora de documentales de naturaleza 1080lineas.es que también explica brevemente la situación del Cenizo con una imágenes preciosas... ¡disfrutadlo!
Secuencia extraída del documental Venidos del cielo producido por 1080 líneas, Mejor película de naturaleza en el Festival Internacional de Cine del aire y en SkyFilm Festival 2016
En el caso de la colonia que nos ocupa en el ENCUENTRO, a los pocos días decidimos darnos un salto y pasar a ver qué tal les había ido. Notaba como el corazón se me iba acelerando conforme nos íbamos acercando pues temía llevarme una decepción... pero no, en este caso los agentes de medio ambiente han hecho su trabajo y se ha dejado una buena porción de terreno sin segar alrededor de los nidos.
Así que en esta ocasión hemos tenido una pequeña victoria con un final feliz. Claro que en el caso de otros nidos de este año no habrá sido así y es que desde mi punto de vista ni se toman las decisiones acertadas, ni se destinan los recursos necesarios para proteger la riqueza natural que aún nos queda. Esto podría ser una fuente de riqueza, de trabajo en vigilancia que se podría contratar y de turismo... si se gestionara en condiciones.
Por esto, un ENCUENTRO en estos tiempos con una rapaz tan hermosa es un auténtico lujo que espero poder repetir el año que viene "trincando" en condiciones a la hembra de esta especie tan singular.
Salu2 a todos.
La verdad k son unos animales preciosos
ResponderEliminarK pena los k no son capaces de sobrevivir
ResponderEliminarLa verdad es que no es un problema tan difícil... solo hace falta un poco de voluntad y con cambiar algunas pequeñas cosas bastaría. Un besazo Araceli García Armero.
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