Traslated

Translated to your language

Translated to your language

martes, 23 de abril de 2013

La vida rebosa

Hemos disfrutado (sí, hay bichos raros que disfrutamos con la lluvia y el mal tiempo de Córdoba) de un invierno excepcionalmente húmedo donde se han superado todos los récords de precipitaciones en nuestra tierra desde hace más de 70 años. Raras veces en mi vida he visto el pantano de Iznájar al nivel de agua que ha llegado este año, a día de hoy, según datos oficiales de la Junta de Andalucía contiene 981,1 hectómetros cúbicos, lo que representa un 98% de su capacidad.

Hemos presenciado imágenes espectaculares como las siguientes:








Con estos antecedentes se presentaba una primavera preciosa, pues el agua es vida y el agua rebosa por cualquier campo, acequia, arroyo y por cualquier lado donde uno mire. Aunque llevo unas semanas muy liado, aún así me las he arreglado para hacer un par de escapadas en busca de ENCUENTROS... y han sido maravillosos.

Con la colaboración desinteresada de mi cuñao Nolo y de mi hermano Rafa, dos crack en el campo, uno por su oficio y otro por su afición a los pájaros, he podido maximizar el tiempo que he pasado en el campo y  ¡¡vaya si he disfrutado!!

Estamos en la época en la que todos los animales están teniendo crías y las están sacando adelante, alrededor nuestra sin que casi nos demos cuenta. Con simplemente parar un poco de nuestras ocupaciones y preocupaciones, nos daremos cuenta del ajetreo que se traen los gorriones, los estorninos se les ve de acá para allá con pequeñas ebras de plantas para los nidos, las golondrinas y aviones comunes  también han estado reparando sus nidos de barro, se ven por los cielos de Lucena a los cernícalos yendo y viniendo y hasta podemos escuchar en las afueras de la ciudad el cantar característico de los abejarucos, que ya han vuelto de África.

Y si hay algo bonito en la naturaleza eso son las crías, y con ellas he tenido ENCUENTROS muy especiales y emocionantes en estos días. Le llena a uno de alegría ver que, aunque se lo ponemos muy difícil con la contaminación, invadiendo y transformando sus hábitat y siendo muy poco respetuosos con sus vidas, la vida sigue rebosando y abriéndose camino a nuestro alrededor.

Comenzamos la serie con un nido de paloma torcaz en un olivar...






La verdad es que cuando fuimos a ver estas crías estaban ya en una etapa muy avanzada de crecimiento y daba algo de susto ver esos bichos tan grandes en un nido tan pequeño, mirándote fijamente.

El siguiente ENCUENTRO lo tuvimos a principios de este mes de abril cuando nos sorprendió la cantidad de agua que había recogido una charca estacional en una de las fincas donde trabaja mi cuñao. Es un sitio aislado, tranquilo, en el que no es raro encontrar ánades reales y alguna que otra garza real. Incluso ha habido años en que han anidado pollas de agua. Este año ha aprovechado una familia de ánades reales para sacar adelante sus polluelos...


El instinto materno que demuestran los animales es conmovedor. En otras ocasiones, cuando llegamos a esta charca, a las más mínima señal de presencia humana todos los ánades salen volando dando señales de peligro. Pero como será este instinto materno que la hembra, deseando de salir volando como el resto de sus congéneres, aguantó junto a sus poyuelos. En esta ocasión usamos el coche como hide, con una red en la ventana donde tenía colocado el telescopio, pero aún así, al principio fue de lo más recelosa, manteniéndose ella misma y a sus poyuelos en lo más profundo de las ramas que había en el agua.






Conforme fue cogiendo más confianza, poco a poco fueron saliendo de entre las ramas más entrelazadas...



Hasta que finalmente, las crías primero, que son menos conscientes del peligro, y la madre después, ya salieron a la zona despejada de la charca. Pudimos hacer algunas fotos que nos gustan mucho y disfrutamos de los patillos nadando, jugando con las hojas que había en el agua, hacían unos cambios de ritmos nadando impresionantes... en fin, una delicia compartir un ratito de vida con estos animales preciosos.

 




Eso sí, la madre no quitaba ojo del coche en ningún momento, aunque se iba atreviendo a exponerse poco a poco.


Curiosamente, en otra finca muy lejana a esta, y como hay agua y charcas por todos lados, otro día mi cuñado Nolo tuvo un ENCUENTRO con este personaje.



Seguro que su madre, que estaría como loca, no tardo mucho en encontrarlo después de que este pequeñín se llevara el susto de su corta vida al posar como modelo.


Otro ENCUENTRO muy emocionante que tuvimos la semana pasada fue con una familia de verdecillos. Habíamos localizado ese nido con mi hermano Rafa y fuimos otro día, usando también el coche como hide, lo que nos permitió estar muy cerca del nido, sin molestar a los animales y hacer unas fotos y vídeos muy bonitos. Como se muestran en las fotos, pudimos ver como protegía a las crías del sol, el continuo ir y venir trayendo comida, como cebaban a las crías y hasta como iban limpiando el nido de los excrementos de las crías.









Este es uno de los vídeos donde los padres le están dando de comer a las crías. Tienen los buches llenos de comida y siguen cebándolos...


Y el último ENCUENTRO del que quiero dejar muestras, no por ser el último ha sido menos emocionante, se produjo en una finca con olivos nuevos, este será su segundo verano, donde la semana pasada se quedó mi cuñado atascado en el barro con el tractor y los discos. Se ve que atraviesa la finca un venero de agua y hay un punto exacto donde al entrar, andando, en coche o en tractor, te quedas atascado. En esa zona se nota especialmente la humedad del terreno y toda la finca estaba llena de jaramagos.



Este fin de semana acompañé a mi cuñado mientras trabajaba con el tractor, disfrutando del solecito, la tranquilidad del campo y de una pareja de cernícalos que se pusieron las botas con toda suerte de insectos y animalillos que iban huyendo del tractor y que los discos, al remover la tierra, dejaban al descubierto. En una de las pasadas por las distintas camadas de olivos, vimos una bolilla totalmente inmóvil...





Al cogerlo se quedó igual de inmóvil en mi barriga, aunque se le notaba que el corazón latía con mucha fuerza y parecía que se le fuera a salir. Tras la correspondiente sesión de fotos lo dejamos irse, en una finca vecina donde ya han arado hace semanas y los olivos tenían mas hierba donde se pudo proteger. Deseamos que le vaya bien.


Animamos a todos a pasear por el campo, si no se tiene alergia claro, y a detener nuestra mirada y pensamientos en tantos vecinos con los que compartimos nuestro medio, que tan poco nos piden y a los que tanto molestamos. Podremos disfrutar de ENCUENTROS enriquecedores.

1 comentario:

  1. Araceli García Armero10 de junio de 2013, 14:58

    Como te dijeron una vez...eres el nuevo felix Rodriguez de la Fuente ( Jijijijiji aunque más guapo) y disfrutando tu ,lo hacemos los demás con esas fotos k nos dejas.

    ResponderEliminar