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viernes, 14 de junio de 2024

Aviones plateados

Con el ENCUENTRO de hoy, se entenderá mejor el título del último ENCUENTRO publicado, pues yo estaba trabajando en esta entrada cuando se me cruzó por la mente publicar la anterior, iba a ser un ENCUENTRO breve, así que de ahí viene que "el hombre propone y Dios dispone".

Si estás leyendo este ENCUENTRO de mi blog, me imagino que sabrás que soy un apasionado de las aves. Si aún no lo sabes, si no he conseguido transmitirte ese mensaje, creo que lo mejor será colgar las botas y dedicarme a la papiroflexia... :-)

Como todo en esta vida, esta pasión por la aves no es excluyente de otras aficiones y relacionado con las aves está el tema de la aviación, así que me gustan mucho la aves, y como cantaba El Último de la Fila, también me gustan mucho los aviones plateados. En realidad, este ENCUENTRO es una excusa para poner esta canción del El Último de la Fila en mi blog:

lunes, 3 de junio de 2024

"El hombre propone y..."

Como dice el refranero español: "El hombre propone y Dios dispone". Este refrán, recogido hasta por Miguel de Cervantes en la obra del "Ingenioso caballero don Quijote de la Mancha" refleja los obstáculos o imprevistos que nos surgen en la vida y cambian el rumbo de lo que teníamos planeado. Hay otra versión más jocosa pero creo más fiel reflejo de la realidad, que dice "El hombre propone, Dios dispone y la mujer lo descompone", ja, ja, ja, ja.

En esta ocasión, el imprevisto que cambia lo planeado en el discurrir de este blog es un hallazgo fortuito en los paseos matutinos con Amira. Hay varias zonas que suelo frecuentar con ella y que el mercadillo de los miércoles, por ejemplo, condiciona. Así que una buena mañana a principios de mayo, disfrutando del relajante paseo en el que ella marca el ritmo para que le dé tiempo a olfatear, marcar y volver a olfatear, me fijé en el borde de la acera, entre las plantas que han crecido por las lluvias primaverales, y pude ver el cuerpo inerte de un pajarillo.

No será difícil imaginar, teniendo en cuenta las aficiones del que suscribe, que me faltó tiempo para agacharme y con una ramita (no es aconsejable tocar con las manos los cuerpos muertos que encontremos de aves) sacarlo a mitad de la acera. En un principio, me sorprendió su tamaño pues no era un pájaro pequeño, tenía un tamaño considerable similar a un mirlo. Al fijarme en sus plumaje, forma de cabeza, tamaño... me incliné a deducir que tenía ante mí un carricero, tras consultar una de las guías que tengo me convenció que era un carricero tordal.