Con la calor que había que soportar era casi seguro que los animales se iban a acercar al bebedero, lo que habría que ver era si no se caerían en pleno vuelo por la calor, qué especies nos iban a entrar y si nosotros íbamos a ser capaces de aguantar metidos en un hide. La verdad es que un bebedero en plena Sierra Morena es muy tentador para poder ver especies que no son habituales en las zonas de olivar, pero insisto en la calor porque era insoportable, la protagonista principal del ENCUENTRO y de una tarde así en la que hasta las plumas sobraban.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. Antonio Machado.
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jueves, 6 de agosto de 2015
Cuando hasta las plumas sobran... (Parte 2)
Tras una mañana bastante satisfactoria con los martines y abejarucos y casi sin poder respirar por los más de 40 ºC que estábamos soportando, Agustín nos recogió e iniciamos un largo viaje hacía el bebedero que Alpasin tiene preparado en plena Sierra. Os dejo un vídeo promocional que tienen colgado en Youtube precisamente de este bebedero.
Con la calor que había que soportar era casi seguro que los animales se iban a acercar al bebedero, lo que habría que ver era si no se caerían en pleno vuelo por la calor, qué especies nos iban a entrar y si nosotros íbamos a ser capaces de aguantar metidos en un hide. La verdad es que un bebedero en plena Sierra Morena es muy tentador para poder ver especies que no son habituales en las zonas de olivar, pero insisto en la calor porque era insoportable, la protagonista principal del ENCUENTRO y de una tarde así en la que hasta las plumas sobraban.
Con la calor que había que soportar era casi seguro que los animales se iban a acercar al bebedero, lo que habría que ver era si no se caerían en pleno vuelo por la calor, qué especies nos iban a entrar y si nosotros íbamos a ser capaces de aguantar metidos en un hide. La verdad es que un bebedero en plena Sierra Morena es muy tentador para poder ver especies que no son habituales en las zonas de olivar, pero insisto en la calor porque era insoportable, la protagonista principal del ENCUENTRO y de una tarde así en la que hasta las plumas sobraban.
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14430 Adamuz, Córdoba, España
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