Cierto es que tengo la suerte de vivir en una tierra que ha tenido la fortuna de ver pasar civilizaciones increíbles y que cada una ha dejado su impronta tanto en las gentes, como las costumbres, como la arquitectura, etc... Cuando algunas veces uno piensa como hubiera sido vivir en esta comarca en otra época, la imaginación vuela y habría sido interesantísimo vivir un ENCUENTRO con el esplendor cultural de Lucena entre los siglos IX y XII cuando se la conocía como la Perla de Sefarad.
Aun siendo época de dominación musulmana, su papel fue importantísimo por ser una ciudad enteramente de población judía en Al-Andalus, contribuyendo de formal esencial a la cultura con su importante universidad judía y siendo residiencia de muchos sabios, rabinos y poetas. Entre ellos, pensemos que en Lucena vivió Maimónides y vino desterrado Averroes. Emociona pensar que con tantos siglos de antelación el nombre divino YHWH ya era conocido y usado, hasta donde la tradición judía permitía, en escritos académicos, sagrados en sus sinagogas, lápidas, etc... de nuestros vecinos y ancestros.